Porque el 27 de septiembre nuestra vida cambió, pero el corazón sigue latiendo.

Con cariño y gratitud:

Chef Enrique Pérez, sus hijas y todos mis paisanos y amigos de Ay Caramba West Asheville, los amo carajo! 

Neta que me cuesta trabajo encontrar palabras para expresarlo. Pero que gusto me dio ver a muchos de ustedes ahí, al pie del cañón, cuando Asheville se miraba devastado…. Nunca antes vi algo así.

Gracias por toda la comida y todo lo que hicieron por la gente de West  Asheville.

Che Raulito Maciel, por hacerme reír como un loco en medio de todo el caos, y por llevar suministros a la comunidad. Dios te bendiga BOLUDAZO!

A Doña Patty Saenz por distribuir suministros en Pupuseria Patty, y a su esposo Fidel Vásquez por arreglar el carro de esa chica varada y en necesidad de llegar al hospital.

Juan David por rajartela como los machos en la zona cero de Marshall, se te quiere papo ya lo sabes!

Reet, Dylan, Gabe y Brandy por el abrazo cuando lo necesité y por preocuparse por nuestras comunidades latinas en el West side. 

Todos ustedes hicieron de Eda’s Hideaway nuestra fuente de esperanza y agua. 

Los últimos 30 días fueron muy cabrones, a veces cuando me cae el veinte no me siento muy bien; sin embargo, no puedo agradecerles lo suficiente por hacerme sentir útil y  por hacer lo que han hecho por nuestra comunidad. 

Asheville es una ciudad que amo, y este Huracan Helene o como se llame me mostró que la vida no está comprada y me duele pensar en aquellos que ya no están.

Siento una mezcla de alegría y dolor. El trauma es real, la mente cuestiona ¿Qué vergas paso? Pero el corazón me sigue latiendo.

Gracias por todo el cariño y por estar conmigo.