Originarios y criados en Naucalpan, en las orillas profundas de la Ciudad de México, los hermanos Gama y su banda Son Rompe Pera han desafiado todas las nociones preconcebidas de lo que es una banda centrada en la marimba, y han convertido el instrumento en inseparable de su ethos punk. Sus shows se han convertido en el hogar del ya famoso mosh pit de marimba en todo el mundo, uniendo a audiencias intergeneracionales en momentos de liberación esencial y comunidad alrededor de sus cumbias punks de golpes fuertes, vanguardistas e implacables. Con dos discos aclamados por la crítica en su haber y cientos de presentaciones en algunos de los escenarios más prestigiosos del mundo ante una audiencia en constante crecimiento, la banda demuestra consistentemente que no hay límites en cuanto a dónde pueden llevar el género, sosteniendo vehementemente que las tradiciones están destinadas a ser honradas, desafiadas y reconstruidas.
Son Rompe Pera es responsable de desarrollar y acuñar el género ahora global de ‘Cumbia Punk’, arraigado en su historia impregnada de rebelión profunda. Los hermanos Gama comenzaron a tocar y a presentarse con la marimba cuando eran niños junto a su padre, Batuco, en bodas, quinceañeras y fiestas de cumpleaños los fines de semana para ayudar a generar ingresos para la familia.
Siendo adolescentes, los hermanos rechazaron el instrumento, que notoriamente no era cool y estaba destinado a tiendas turísticas, por vergüenza, optando en su lugar por el punk. Pasaron un tiempo tocando en bandas de punk y psychobilly, pero el agarre del instrumento demostró ser fuerte y eventualmente regresaron a él, llevando consigo el punk esta vez. Empezaron a poner sus propios toques punk en canciones de cumbia tradicional, una fusión salvajemente bailable que ha unido a audiencias globales en un caos sudoroso y respetuoso.
En 2016, el padre de los hermanos, Batuco, responsable de introducirlos a la marimba y también de nombrar a la banda, fue asesinado en un acto de violencia local. Después de eso, los hermanos casi abandonaron la música por completo, aunque un encuentro fortuito con el legendario grupo de cumbia chileno Chico Trujillo en 2017 evitó que eso sucediera, y eventualmente resultó en la grabación de su primer álbum de estudio. La banda pasó 4 meses en Chile grabando y tocando, avivando una llama que eventualmente se volvió imposible de extinguir.
“Batuco”, su álbum debut nombrado en honor a su padre, fue lanzado en 2020 a través de ZZK Records. Cuando una pandemia sacudió el mundo poco después, la banda naturalmente tomó lo que la mayoría del mundo consideraba una obligación de detenerse como una oportunidad para seguir adelante. Dieron vida a espacios que quedaron sin vida, apareciendo regularmente para presentaciones socialmente distanciadas en el Parque México de la Ciudad de México, fomentando un sentido de comunidad cuando tal cosa se sentía casi imposible.
A lo largo de 2021 y 2022, cuando el mundo comenzó a girar nuevamente, los chicos tomaron el camino, tocando casi sin parar, incluyendo múltiples fechas en California con el legendario Panteón Rococó, en el Levitt Pavilion de Los Ángeles, el famoso Lincoln Center en la Ciudad de Nueva York y en innumerables escenarios en Estados Unidos y Europa, así como una actuación absolutamente impactante en el escenario principal del Vive Latino en 2022, uno de los festivales más importantes de América Latina.
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